«Al principio del mes de marzo de 1982, más o menos, me convocaron para hacer escuchas, escuchas de comunicaciones de la zona de Malvinas, comunicaciones entre pesqueros, primero y luego, como empezó el tema del desarmadero de la estación ballenera en las islas Georgias, hacer escuchas del buque «Endurance». Así comienza a relatar su participación en la guerra por la recuperación de las islas Malvinas Eduardo Enrique Zubarán, cinco hijos, diez nietos, radiotelegrafista federaense radicado en San Miguel, Buenos Aires y que en mayo cumplirá 74 años. «Yo no sabía para qué era; sabía que tenía que hacer escucha, grabar las comunicaciones para que sean analizadas después», relató Zubarán. Cada buque que zarpaba lo incluía en su tripulación con ese objetivo: escuchar.
«Yo termino embarcado en el portaviones 25 de Mayo pero, primero, iba a ser embarcado en el crucero «General Belgrano»; todo el Comando de Flota iba a embarcar en el Belgrano pero como no había lugar porque ya estaba completa la tripulación nos embarcaron en el portaviones; gracias a Dios nos salvamos del hundimiento», dijo el veterano, quien hoy hace más de veinte años que se ha jubilado como oficial mayor. No fue la única vez que se salvó. Un submarino inglés detectó un blanco muy grande, que no era otra cosa que el portaviones 25 de Mayo, y si no lo torpedeó fue porque había demasiada niebla y el periscopio no pudo determinar de qué se trataba. «Después de esos días el portaviones se replegó al golfo San Jorge y quedó operando en esa zona, cerca de tierra», dijo Zubarán.
«Si me convocaran, volvería», aseguró Eduardo «Zorro» Zubarán quien, desde el 1 de enero de 1967 hasta su retiro con 52 años de edad vivió entre la tierra y el mar, desde llevar ayuda humanitaria para Kuwait en la Guerra del Golfo hasta escuchar qué decían los ingleses en la guerra de Malvinas.