El diputado Jorge Maier (Juntos) hace un cálculo: dice que el aporte del 0,25% que realizan en forma obligatoria los 63 mil jubilados de la Provincia para sostener a la Federación de Jubilados y Pensionados de Entre Ríos representa al año una cifra de $1.300 millones. Ese fondo llega a través de la Caja de Jubilaciones y Pensiones, que actúa como organismo de retención: le descuenta a cada jubilado y pensionado y lo deposita luego en una cuenta cuya titularidad es la Federación de Jubilados.
«Es lamentaable que se hagan leyes con un fin determinado con el bolsillo ajeno», dispara el legislador durante una entrevista con el programa Puro Cuento de Radio Plaza 94.7. «No cuestiono cómo se administra ese fondo. Lo que planteo es que se respete la libertad del jubilado respecto a qué hacer con sus ingresos. Hay muchos jubilados que han querido dejar de aportar, y muchos incluso han presentado recursos de amparo en la Justicia, pero se los han rechazado por la existencia de una ley que los obliga a ese aporte», suma.
En 1975 la Legislatura de Entre Ríos sancionó la Ley Nº 5.773 que creó una caja de financiamiento para la Federación de Jubilados y Pensionados de Entre Ríos. La norma autorizó a la Caja de Jubilaciones y Pensiones “a practicar, en forma permanente, un descuento equivalente al 0,25% sobre los montos nominales correspondientes a los haberes mensuales de los jubilados y pensionados de su regimen, los que serán destinados a la creación y mantenimiento de un Hogar de Jubilados y/u otras obras y actividades que la institución resuelva realizar”.
Ercilio Aimone, presidente de la Fedeación de Jubilados y Pensionados de Entre Ríos, claro, no comparte en nada las apreciaciones del diputado Maier. Durante una entrevista con el programa Puro Cuento de Radio Plaza 94.7, hace un listado de las actividades que lleva adelante la entidad que preside, repasa los beneficios que reciben los jubilados, y refuta conceptos. «Se dice que es compulsivo el aporte, pero no es compulsivo. Si hablamos de compulsivo, hay que tener en cuenta lo que hace el Iosper, cuyo aporte que percibe también sería compulsivo», analiza.
«En la calle hay información tergiversada que perjudica a la Federación -apunta-. Nosotros no desprestigamos a las otras instituciones. Nosotros mostramos lo que hacemos. Esta ley dice que el jubilado podrá optar por ser afiliado a la Federación o no. Eso sería que cada uno de los jubilados diría que no, entonces el monto que recibe la Federación caería y es lógico, sería menos ingresos y nosotros no podríamos ayudar a toda la provincia».
Negó Aimone que la Federación de Jubilados presione a los legisladores para evitar el tratamiento del proyecto de Maier. «Nosotros -apuntó- no ejercemos ese tipo de actitudes, no vamos a hacer nada para evitar la sanción de esa ley. Somos todos adultos mayores. Si hay un paro, cuántos de nosotros podrían convocar. No necesitamos hacer la presión para que nos respetan. A nosotros nos respetan por lo que inforamos, por nuestra sinceridad».