A partir de la irrupción del Chat GPT en noviembre de 2022, la población mundial pudo finalmente conocer desarrollos en Inteligencia Artificial que la comunidad tecnológica venía realizando hacía años. Desde aquel momento, la IA se coló en todos los espacios cotidianos, laborales, escolares y el ocio. Esta semana, Meta –la compañía que gestiona Facebook, Instagram y WhatsApp (WP), propiedad de Mark Zuckerberg–, implementó para la región su propio chatbot denominado Meta AI. Paulatinamente, la herramienta fue apareciendo como opción en los móviles de cada vez más personas que, entre la sorpresa, la expectativa y las dudas, se preguntaba si era conveniente o no probar una interacción.
Como si fuera un oráculo y dotado de una tecnología similar al Chat GPT de la compañía Open AI de los magnates Elon Musk y Sam Altman, ahora se puede dialogar directamente en WP con una máquina que brinda respuestas que serán cada vez más ajustadas, conforme transcurra el tiempo. Esta maravilla, sin embargo, plantea nuevas incógnitas asociadas al riesgo: si Meta IA también está en WhatsApp, ¿la nueva IA puede leer los mensajes que cada usuario mantiene con sus contactos? ¿Puede acceder a conversaciones y fotos privadas? ¿Qué riesgo existe de que esa información finalmente se filtre? En definitiva, ¿cuán expuestos están los seres humanos con estos avances?
“Aunque la tecnología ya existía hace tiempo, ahora hay una forma sencilla de poder comunicarte, a la que cualquiera puede acceder. Lo que hay que saber es que se empiezan a ver estudios en donde se precisa que la IA puede engañar, es decir, inducir a una persona a que crea falsedades y hacerlo con un objetivo propio”, advierte Andrea Goldin, investigadora del Conicet en el Laboratorio de Neurociencia de la Universidad Torcuato Di Tella.“Quiere decir que nadie entre ambos extremos, es decir entre el emisor y el receptor del mensaje, lo puede ver. No lo puede hacer porque tiene una contraseña que no permite decodificarlo, una llave que solo tiene el destinatario. Antes, cuando los mensajes no tenían esta condición, cualquier persona que tuviera un poco de conocimiento tenía la chance de interceptarlos”. Y continúa: “En este sentido, se supone que Meta no es un destinatario original de la mayoría de los mensajes, entonces, no debería poder leerlos. De hecho, en los términos y condiciones, WP dice que Meta solo podrá leer aquellos contenidos que lo mencionen, es decir, que lo tengan como destinatario. ¿Le creemos o no a eso? No sé, la verdad no le creo del todo. Tampoco me preocupa porque Meta ya sabe todo de nosotros”.