Los locales gastronómicos, comedores, pizzerías y demás expendedores de alimentos fueron rebasados por la multitud que se dio cita este fin de semana largo en la primera ciudad termal de la Mesopotamia argentina. Se ratificó en la realidad lo que había anticipado el secretario de Turismo, Ezequiel Marozinni, «Hay que tomar en cuenta que en nuestra ciudad tenemos entre 12.500 y 12800 camas homologadas más el alojamiento informal, o sea que hablamos de entre 12500 y 13000 personas visitando la ciudad», dijo. Y si le erró lo hizo por muy poco porque aunque al momento de redactar esto no se habían consultado aún las cifras, la gente que permaneció y circuló en el predio destinado a la primera edición del Festival de la Milanesa de este sábado, rondó esa cantidad.
Si bien se echa mano de la frase «la gente, con o sin crisis, no deja de comer» también es cierto que los y las emprendedores y emprendedoras vendieron sus pulseritas, chocolates, artículos de madera y demás. En el paseo comercial a cielo abierto se notó que fue más para consumo local, si se le puede llamar así, que otra cosa. La falta de dinero circulante, la lejanía geográfica del área termal de la ciudad y que fuera denominado «paseo» formó un combo donde todavía no engancha esta propuesta. Habrá que madurarla y ver qué falta. Y lo del sábado fue diferente porque, una vez más echamos mano a lo expresado el viernes pasado a la mañana por Marozinni, «el público del sábado estará conformado por turistas que vuelven a sus casa desde otros destinos y pasan por Federación».
El fin de semana largo fue exitosos para Federación porque todo el mundo comerció, vendió y ofreció para que el turista gaste. Por supuesto que la comida es un gancho que no falla. No consta para esta página que -nuevamente los dichos del secretario- «la gente haya echo la menor cola posible». Se sabe que se trabajó para y por eso. Hay que decir que siempre falta algo. Siempre hay algo que no sale diez puntos. Pero el remisero, el músico, el artesano, el hotelero, el de los servicios sea cuales sean estos servicios, trabajó. Trabajaron. Hicieron la diferencia. Y eso no es poca cosa. Unos billetes extras cambian el humor social.
No se trata de esconder la mugre bajo la alfombra ¡El tema es que no hay mugre! A no ser por la que deberán apurarse a limpiar y juntar post finde largo. No es que esta página crea en la autocrítica de los funcionarios pero sí en que tengan el menor nivel de necedad encontrable.
CARLOS SUAREZ