Gabriel Zubarán, un joven emprendedor de Federación y propietario de un lavadero de autos, ha iniciado una conmovedora campaña solidaria tras vivir en carne propia las dificultades económicas. Su experiencia lo motivó a extender una mano amiga a quienes atraviesan situaciones similares.
Zubarán relató cómo, hace poco, pasó por días sin trabajo y llegó al punto de no tener dinero para comprar comida. «Un día, no tenía un solo peso para comer y fue esa situación que me tocó de cerca; pensando en que otros vecinos podrían estar igual, me propuse hacer algo», comentó. Su determinación se reforzó tras presenciar el llanto de los hijos de un vecino, quienes no tenían qué comer.
Justo en ese momento, Gabriel recibió una transferencia de 22 mil pesos por un trabajo que había realizado. «Con ese dinero compré un bolsón de fideos y comencé a ayudar a aquellos que no tienen para comer», relató. La iniciativa rápidamente captó la atención de la comunidad, sumando colaboradores solidarios.
Gracias a las redes sociales, Zubarán logró movilizar a vecinos que se ofrecieron a colaborar. Incluso recibió donaciones inesperadas, como la de una niña que le transfirió 5 mil pesos. Además, una joven celíaca se sumó a la campaña para elaborar productos destinados a personas con esa condición.
El joven destacó que este proyecto lo lleva adelante de manera personal y valoró profundamente el apoyo recibido. Sin embargo, también hizo un llamado a los dirigentes políticos: “Hoy es necesario detenerse y ayudar a los que menos tienen”, expresó.
Zubarán invitó a todos aquellos interesados en colaborar con esta noble causa a contactarlo, ya sea para aportar donaciones o para unirse al trabajo solidario. En calle Tatutí tiene el lavadero de autos y su domicilio es en calle Sergio Burna. Su campaña, que comenzó con un acto espontáneo de generosidad, se ha transformado en un ejemplo de cómo la empatía y el compromiso pueden marcar una diferencia en tiempos difíciles.