China ha iniciado un innovador proyecto para establecer la primera planta solar en el espacio, una iniciativa que podría revolucionar la forma de generar energía y redefinir la competencia en el ámbito espacial.
El propósito central de este plan es recolectar energía solar de manera constante y enviarla a la Tierra. De materializarse, este logro consolidaría a China como un pionero en el desarrollo de tecnologías de energía renovable y en la exploración espacial de vanguardia.
La idea detrás de este proyecto es instalar una planta solar en órbita geoestacionaria, una posición privilegiada que permite a los satélites permanecer sobre el mismo punto de la Tierra, a unos 36.000 kilómetros de altitud.
En esta ubicación, la central solar podrá aprovechar la luz solar de manera constante, evitando interrupciones que en la Tierra son inevitables debido a la rotación planetaria y a las condiciones meteorológicas adversas. Los paneles solares, al captar la energía, la convertirán en microondas o en rayos láser de alta potencia, que serán enviados de forma inalámbrica a estaciones receptoras en la Tierra. Estas estaciones reconvertirán la energía en electricidad, lista para ser distribuida a la red eléctrica.
El desarrollo del proyecto ha sido planificado en varias etapas. En una primera fase, se llevarán a cabo pruebas de generación y transmisión de energía en órbitas bajas para 2028. Esta etapa inicial es fundamental para validar las tecnologías en un entorno espacial controlado. Si las pruebas tienen éxito, se procederá al despliegue de una estación solar en órbita geoestacionaria para 2030, con una capacidad inicial de generación de hasta un megavatio de potencia.
En las fases posteriores, el proyecto contempla incrementar esta capacidad a gigavatios, acercándose a la producción de una planta nuclear moderna, pero con la ventaja de utilizar una fuente de energía limpia e inagotable.
Para lograr esta hazaña, China está desarrollando cohetes de gran capacidad, como el Long March 9 (CZ-9), diseñado para transportar los componentes necesarios para ensamblar la planta solar en el espacio. Este cohete, comparable en capacidad al Starship de SpaceX, será clave para el éxito del proyecto, ya que el ensamblaje de una central solar en el espacio representa un desafío logístico y técnico de gran magnitud.